jueves, 28 de agosto de 2014

Preparar un feliz regreso de vacaciones

¿Eres de aquellos a los que les cuesta volver al trabajo después de las vacaciones? 
¿Te sientes desmotivado y no te apetece ir a trabajar?


Para muchas personas volver al trabajo es un verdadero trauma que han de superar año tras año, pues siempre han asociado las vacaciones a la felicidad, mientras que han seguido considerando la vuelta al trabajo como una situación incómoda e incluso triste. Es lo que se ha llamado el síndrome postvacacional.

El síndrome postvacacional es un conjunto de síntomas que se producen a la vuelta de vacaciones, tales como la antipatía o la desmotivación, irritabilidad, ansiedad, incluso, pueden llegarse a producir situaciones de insomnio.

Aproximadamente un tercio de los trabajadores experimentan este sindrome.

La psicóloga Miriam González-Pablo explica que esto sucede porque durante las vacaciones nos liberamos de las obligaciones del día a día, flexibilizamos las tareas y los horarios, y hay una resistencia a volver a la rutina tras el fin de ese periodo.

Los expertos comentan que se trata de una serie de síntomas que aparecen cuando se produce un cambio de hábitos. Ante cada nueva situación aparecen una serie de síntomas y es necesario poner en marcha mecanismos de adaptación.

Se ha hablado mucho acerca del síndrome postvacacional y su derivación en una depresión. Sin embargo no es así, los expertos comentan que no existe como enfermedad, solo se trata de un periodo de adaptación que se supera en unos días. De todas formas, si puede ser interesante adoptar una serie de medidas que nos puedan ayudar a recargar las pilas y hacer más soportable la vuelta al trabajo:

Dedica el tiempo de vacaciones a mantenerte activo y hacer aquellas cosas que te producen mayor satisfacción.

Procura regresar de vacaciones dos o tres días antes de tu reincorporación al trabajo para ir adaptándote.

Regula tu reloj biológico (sueño, comidas…) durante los últimos días de vacaciones para acomodarte al horario laboral.

Fija tu vuelta a final de semana en lugar de un lunes. Con menos días por delante, la sensación de agobio sera menor.

Aprovecha al máximo los fines de semana y puentes para hacer todo aquello que más te guste y planifica los días laborables con alguna actividad de ocio. Así la diferencia entre trabajo y vacaciones no será tan brusca.

Lo más importante: adoptar una actitud positiva ante la vida. Ayuda mucho a una mejor adaptación a los cambios.

Aprovecha tu regreso para compartir con los demás tus vivencias y experiencias, te sentirás mejor.

Marc Soriano
Coach ejecutivo