viernes, 20 de noviembre de 2015

La estrategia empresarial como búsqueda de valor.

La estrategia de una empresa constituye la estructura misma de un sistema que queda determinado por la formulación de metas, objetivos y acciones que llevarán a esa empresa a crecer y a evolucionar en un periodo de tiempo.



La estrategia empresarial se realiza valorando también las condiciones del entorno, por ejemplo, existen algunos factores que influyen como la competencia. De hecho, la estrategia empresarial es un plan de acción destinado al mejor posicionamiento de la empresa en el mercado.

Desarrollo de un plan estratégico

La estrategia de una empresa no puede quedar abierta a la improvisación sino que requiere de una planificación previa para que los trabajadores de la empresa también tengan claro cuál es el mapa a seguir y la dirección concreta.
Un plan estratégico tiene que ser comunicado de una forma adecuada para poder llevarlo a cabo. Para realizar el plan estratégico es indispensable realizar un análisis de la situación, evaluación de los objetivos, describir cuál es la misión de la empresa y aplicar el método DAFO (debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades).


La estrategia empresarial puede ser un buen mapa a seguir. Para ello, conviene analizar muy bien cuál es el punto de partida y cuál es el punto de llegada.
La estrategia empresarial tiene que ser realista. Para ello, es indispensable detallar los recursos necesarios, el personal humano que lo va a llevar a cabo y buscar las responsabilidades adecuadas.

Marc Soriano
Coach ejecutivo. 

lunes, 16 de noviembre de 2015

Salta como un gorila o gatea como un oso

Para ponerte en forma.

Es lo más reciente en cuanto a la moda del fitness en Australia y Reino Unido. Se trata de un método de entrenamiento que incorpora movimientos primitivos de 30 animales para hacer ejercicio y ponerse en forma.

Es decir, ahora ya uno puede saltar como un gorila, arrastrarse como una serpiente o gatear como un oso para quemar calorías.






Ponerte en forma a lo primitivo



Este inusual método se llama The Zuu, un nombre que en inglés suena a la palabra zoológico y que refleja el origen e inspiración de su creador el australiano Nathan Helberg: la movilidad del reino animal.


Cuenta que fue su esposa a quien se le ocurrió el nombre Zuu al ver sus sesiones de entrenamiento en las que imitaba a los animales. “Hacia de gorila, gateaba como oso, hacia la iguana, la culebra, todos esos movimientos“, explica Helberg.

Y también reconoce que la rivalidad con su hermano fue lo que detonó todo el proceso de creación de este particular sistema de entrenamiento. “Tengo tres hermanos y el más joven era gimnasta, por lo que tenía un estado de forma excelente en todo el cuerpo. Yo me sentía vulnerable por la falta de movimiento, estaba muy rígido y no me gustó en lo que me había convertido”.

Así que Nathan comenzó a hacer este tipo de entrenamiento porque lo único que anhelaba era ganarle a su hermano. Y, claro; una de las novedades del Zuu es que no se necesita ningún tipo de maquinaria para poder sudar la gota gorda y quemar grasa. Lo bueno es que esta técnica es apta para todas las edades y de todo tipo nivel físico.

Nathan comenta que los animales siempre están en buen estado de forma y son superágiles en sus movimientos. Y que se dio cuenta que imitándolos lograría un muy buen nivel de ejercicios, tanto en la fuerza, como cardiovascular, de acondicionamiento físico y hasta pérdida de grasa.

Quema de calorías

A fin de cuentas, en una sesión de 20 minutos esta técnica permite eliminar entre 300 a 400 calorías, mientras que una de 45 a 50 minutos permite quemar un promedio entre 800 y 1000 calorías, además de los múltiples beneficios que genera en movilidad, agilidad, flexibilidad y fortalecimiento de músculos y articulaciones.

Si bien el concepto de utilizar los movimientos de animales como un método de ejercicio no es nuevo, es su implementación como programa de entrenamiento lo que ha evolucionado en los últimos años.

Nathan resalta que una de las ventajas del Zuu es que puede tener “contaminación” de gente en las sesiones. Es aquí donde Zuu combina los movimientos de unas 30 especies con trabajo aeróbico y anaeróbico específico.

“Además de una pérdida masiva de grasa debido a la alta intensidad de los ejercicios, decimos que en cuanto a la masa muscular las hombres la aumentan y las mujeres la tonifican“, comenta finalmente.

Marc Soriano
Coach ejecutivo

viernes, 13 de noviembre de 2015

Las 3 reglas que hacen grandes a las empresas

¿Qué parte del éxito de una empresa se debe al azar, la suerte o la buena planificación?

Tras el análisis de más de 25.000 empresas desde 1966 a 2012, se han podido sacar algunas conclusiones de las 344 empresas que se han ganado el título de empresas excepcionales. Raynor y Ahmed han plasmado el estudio en el libro "Las 3 reglas: Cómo piensan las compañías excepcionales" (The Three Rules: How Exceptional Companies Think).


Sus autores aseguran que estas reglas son muy sencillas de aplicar en cualquier negocio o industria. Hacemos un resumen de esos 3 "secretos" de las grandes empresas, empresas que a la hora de estudiarlas, han tenido en cuenta su estabilidad con el paso del tiempo y no solo rachas o momentos concretos. Finalmente, las grandes, resumen su éxito en:

1. "Mejor" antes que "más barato".

El sacar al mercado un producto más barato que el de la competencia puede ser una estrategia cortoplacista. Si se quiere tener éxito a largo plazo, nuestra empresa debe tener mucho más que eso. Es más, la competencia puede bajar los precios también. Es por eso que la única forma de ganar consistentemente a nuestros competidores es hacer un producto mejor que el de la competencia, más accesible, construir una marca atractiva, proporcionar un mejor servicio y diferenciarnos mucho más allá que en el precio.

A la hora de la verdad, en el mercado, el cliente está dispuesto a pagar el valor de un producto, y en cambio, en ocasiones no está dispuesto a pagar su precio, aún siendo un precio menor que otro producto con más valor.

Ejemplo reciente con la compañía APPLE: "Nunca dijimos que fabricaríamos un iPhone de bajo coste. La chatarra que la fabriquen otros" (Tim Cook)

2. Beneficios por ingresos antes que por reducción de costes.

Si cuando una empresa tiene una bajada de ventas (bajada de ingresos) acuciante, ésta obtiene beneficios reduciendo costes, lo que hace es poner un parche en el corto plazo que no resuelve el problema principal. Las empresas que han tenido éxito en el largo plazo, no loo han conseguido despidiendo a su plantilla de trabajadores cada vez que reducían sus ventas, pues es una estrategia muy eficaz para mañana, pero no dura mucho tiempo.

Las empresas con un sistema sano y competente ganaron a sus rivales vendiendo más y cobrando más. Es decir, aumentando su volumen de ventas buscando nuevos mercados, nuevos clientes y nuevos productos para vender. Mantener a los trabajadores ocupados en nuevas ideas en lugar de despedirlos es lo que hace grandes a las empresas en el largo plazo. Evidentemente, una empresa también debe tener un equilibrio costes/ingresos, pero la fijación únicamente  en los costes es lo que hace que en ocasiones no lleguen los ingresos.

3. Tercera regla: No hay más reglas.

La tercera regla es no adoptar ninguna medida que vaya en contra de las 2 primeras reglas, pues si bien hay infinitas variaciones y opciones para vencer a tu competencia, donde, en ocasiones la estrategia es única, toda norma nos lleva a cambiar cualquier decisión que no esté acorde con las primeras reglas.

Parece fácil, ¿verdad?, pues no lo es.

Si nos fijamos en qué han hecho la mayoría de empresas en el mundo, cotizadas y no cotizadas, grandes y pequeñas, en cuanto han llegado vientos en contra, lo primero que se ha hecho es activar la palanca de reducción de precios y costos.

Es muy difícil no caer en la tentación de bajar nuestros precios y reducir costos, pues inmediatamente se nota la decisión en nuestros resultados trimestrales. En cambio, el hacer un producto mejor, diferente o la búsqueda de un nuevo mercado puede ser algo más complicado e incluso costoso en un principio.

Blackberry es una empresa que ha tardado en captar el mensaje: "No me bajes el precio de tu producto. Ya lleva tiempo siendo más barato que el resto, pero no es lo que quiero", e incluso es un ejemplo de cómo ha probado también con la reducción de costos con despidos masivos, y  ha quedado demostrado que ese no es el camino para el éxito a largo plazo.

Siguiendo con la lógica de estos autores, el éxito de Blackberry fue producto de la suerte, ya que una vez aparecieron competidores serios, han demostrado no ser tan buenos en el campo empresarial además de ser una empresa que ha pecado de falta de creatividad y no ha sabido adaptarse a una nueva era.
"Las mejores empresas no toman el camino más fácil, sino el camino hacia la forma de proporcionar más valor a cada paso que dan, y buscar la forma de que el consumidor pague por ello."

Marc Soriano  
Coach ejecutivo 

lunes, 2 de noviembre de 2015

Mando, Jefe, Responsable,. ….. ¿o Coach?

“Se nos pide demasiado”, me decía un Mando Intermedio de una empresa farmacéutica. “Hay que ser economista, abogado, psicólogo, sociólogo, ser un buen líder en diferentes circunstancias, resolver conflictos, ser creativo, saber comunicar, motivar, crear equipo, supervisar y controlar,…¡es mucho para mí, que no tengo estudios superiores!”.



Quizás no le falte razón y pidamos demasiado a los mandos de nuestras empresas. Con unos colaboradores cada vez más preparados que demandan asertivamente sus derechos y con una presión a veces excesiva por estamentos superiores que demandan resultados y soluciones a corto plazo.

Quizás sea porque esas exigencias sean más fieles a un ya viejo modelo de management. Este modelo se fundamenta en un tipo de líder "supermán", accesible y distante, amigo y controlador, defensor y fiscal,… todo ellos a la vez y en la medida adecuada, empujando a su equipo hacia la obtención de objetivos.

Mucho ha cambiado la forma de gestión empresarial y sobre todo en los últimos años. El líder ya no empuja, sino que va el primero, como los suboficiales en las batallas. El líder ya no es el que pide esfuerzos y apoyos a sus colaboradores estableciendo medidores de rendimiento y eficacia sofisticados. El líder ahora es el que da conocimientos, el que busca soluciones comunes a problemas comunes, el que ayuda a la consecución de objetivos, el que entrena y faculta a su equipo y a cada uno de sus miembros para que sean mejores en lo que simplemente son buenos.

Por supuesto que este cambio no es sencillo, ni para las organizaciones ni para las personas que tienen que responder a estas nuevas demandas. Este rechazo al cambio era el que me expresaba el Mando citado al principio del artículo.

Si partimos de que el nuevo Mando, Jefe o Responsable es el que tiene que "dar", los esfuerzos formativos para este colectivo debieran centrarse en enseñar nuevos hábitos y habilidades. Por supuesto que tiene que saber trabajar con un cuadro de mando y analizar las desviaciones, pero sobre todo (y cada vez más), tiene que saber trabajar con personas, formándolas y entrenándolas a su vez para que sean más autónomos, más ellos mismos, intentando disminuir sus defectos e incrementar sus virtudes, menos dependientes, en definitiva, de su figura todopoderosa y prepotente.

Este es el modelo del coach, del nuevo Mando, Jefe o Responsable. Una persona con conocimientos y suficiente preparación como para penetrar en los hábitos y rutinas de trabajo de cada uno de los componentes de su equipo para que haciendo lo que cada uno mejor sepa hacer, o redistribuyendo funciones y tareas, haga del mismo una máquina bien engrasada para el logro de sus objetivos.

¿Difícil? No. Mejor decir “motivador”

Marc Soriano
Coach ejecutivo

lunes, 26 de octubre de 2015

Para pasar página es imprescindible perdonar

Pasar página significa empezar de nuevo. Es una expresión metafórica que quiere decir que estamos dispuestos a iniciar un nuevo capítulo de nuestra vida, ya sea a nivel global o en una pequeña cosa. Se puede pasar página de muchas cosas. Podríamos decir que es un sinónimo de perdonar. Perdonar implica aceptar lo ocurrido y dejar de luchar contra ello. Resistirse es el modo más rápido de no pasar página.


A todos nos han herido alguna vez, a todos nos han ocurrido cosas que no tendrían que habernos ocurrido. Algunas por nuestra propia culpa, otras por culpa de otra persona y a veces sin que haya culpables, simplemente las circunstancias han sido propicias a que nos ocurriera algo malo. Buscar culpables es el primer paso que damos todos, por alguna razón el cerebro necesita entender. Cuando entendemos lo que ocurre somos más capaces de dar salida a esa sensación.

Ya sea para pasar página o para perdonar necesitas un buen control de tus emociones. Las emociones son muchas y diversas, a menudo tomamos unas como positivas y otras como negativas cuando en realidad todas deberían ser consideradas iguales ya que nos enseñan algo y sirven para procesar lo que nos ocurre. No es la emoción la mala sino el hecho que nos ha acontecido. Para hablar a fondo de las emociones, para estudiarlas, reconocerlas y saber cómo gestionarlas tendrás que hacer un trabajo individual y reflexivo. 

Los problemas, suelen llegar con una sorpresa, que puede ser pequeña o inmensa y no siempre tiene que ser agradable es lo primero que nos encontramos cuando tenemos un problema, sea cual sea. La sorpresa da paso al desconcierto y para dar fin a este desconcierto lo que solemos hacer es buscar explicaciones razonables que pongan las cosas en su sitio, por lo menos para encontrar explicación a lo que ocurre.

Es por ello que algunas personas se pasan mucho tiempo buscando explicaciones a lo ocurrido. Sobre todo cuando hablamos de accidentes, por ejemplo, con hechos que se escapan de nuestro control y de nuestro conocimiento, necesitamos algún tipo de explicación oficial que nos cuente toda la cadena de sucesos para comprender las razones de lo ocurrido.

Con esto podemos habitualmente aceptarlo mejor que cuando no tenemos las explicaciones que nos tranquilizan. Tener explicaciones no hará que dejemos de sentir dolor, pero para la mayoría de la gente entender los motivos de lo ocurrido es un primer paso para poder empezar a pasar página.

Es obvio que esto es recomendable, pero no siempre somos capaces de obtener las explicaciones necesarias, ni siquiera siempre las hay. Así que aceptar sin comprender es algo que tendríamos que empezar a hacer. Aceptamos lo que ha pasado ya que por imposible que pareciera ha pasado.

Desde la aceptación podemos empezar a trabajar para recuperar nuestra fuerza vital. No todo nos paraliza, pero el proceso que tenemos que hacer cuando hemos tenido un trauma o algo que perdonar es similar a todos. Lo que pasa es que en función de la magnitud del suceso y de sus consecuencias nos costará más o menos, en tiempo y dolor, hacer todo el proceso.

Para entender lo que pasa solemos buscar culpas. A menudo culpamos a personas concretas y fijamos contra ellas nuestra rabia y nuestro dolor. El odio es lo contrario al perdón. Y mientras vivamos odiando y buscando venganza no vamos a ser capaces de empezar una nueva página.

Perdonar no significa olvidar, lo hemos dicho ya en el resto de artículos referidos a este tema, pero significa poder empezar una nueva página de nuestra vida sin anclas que nos aten al pasado. Es por ello que es básico perdonar para poder seguir adelante, de lo contrario todavía permaneceremos conectados con ese momento ya que necesitaremos seguir odiando al culpable, o vengarnos de él o encontrar respuestas a lo ocurrido.

Que estos sean los pasos necesarios no significa que tengan que ser automáticos ni instantáneos ni durar lo mismo en cada persona. Cada caso es distinto y para aceptar lo ocurrido unos necesitarán un par de días mientras que otros pueden necesitar años. No siempre es fácil aceptar lo ocurrido, aunque no haya culpables ni nada parecido.

La aceptación no significa el olvido ni tampoco que estemos de acuerdo o conformes, sino que aceptamos que eso ha ocurrido, que es una pieza más del puzzle que conforma nuestra vida y que nos guste o no forma parte de nuestro paisaje vital.

Perdonar es básico para pasar página ya que cuando lo hacemos empezamos de forma limpia, lo que no quiere decir que no haya dolor, claro que lo puede haber. Claro que pueden haber sentimientos o emociones, pero no habrá lugar para el odio, ni el rencor. Las páginas que tenemos que escribir no siempre serán mejores que las que hemos escrito ya, pero sin duda merecen la pena, el tiempo, la vida va a pasar inevitablemente, bajo mi punto de vista es mejor mirar hacia adelante que mirar hacia atrás. Lo que no quiere decir que olvidemos, insisto.

Cuando hemos perdido a alguien no vamos a olvidarle, pero vamos a aceptar que vivimos sin esa persona y que tenemos que empezar una nueva página, forzosamente ya que esa persona ya no está. Intentemos que la nueva página sea lo mejor posible y que nuestra vida sea lo más equilibrada posible. Perdonar es algo que todos deberíamos saber hacer y a lo que tenemos derecho. Nadie te puede obligar a perdonar, es una decisión propia que llevas a cabo simplemente por estar mejor contigo mismo y poder ver la vida desde el presente. Si no perdonamos nunca miraremos el punto de salida desde el mismo punto de salida sino que siempre tendremos la mirada atrás, y no mirando al futuro precisamente.

Como si fuera una carrera, la vida, te pone en la linea de salida y tienes que estar como el resto de corredores, preparado para salir, mirando hacia adelante. No puedes estar sentado mirado hacia atrás. La nueva página que está por empezar necesita que perdones para poder cerrar definitivamente esos capítulos y empezar otros nuevos, no sabemos si mejores o peores, solo que tienes que vivirlos.

Lo mejor es estar preparado para reconocer tus emociones, saberlas gestionar implica reconocerlas y dejarlas marchar, que hagan su recorrido en el tiempo necesario, ni más ni menos.

Marc Soriano
Coach ejecutivo

lunes, 19 de octubre de 2015

Los trenes no pasan solo una vez

Hace unos días hablábamos de la vida y las oportunidades que nos da, cómo es bueno saber ver que la vida es una lista prácticamente infinita de posibilidades. Tienes opciones mientras estás vivo así que aprende a verlo de esta forma. La felicidad es algo que se siente, que se disfruta. La pena es que muchas personas viven tan pendientes de la felicidad que esperan que llegue con grandes letras luminosas y con un aviso gigante. Y eso no es la felicidad. La felicidad se siente de forma mucho más pausada, la alegría sí que puede tener un componente explosivo, pero cuando uno es feliz no está todo el día por las nubes, de subidón.


La felicidad es un modo de ver la vida. Es algo que puedes elegir, algo que puedes decidir. Por eso el éxito en tu vida no puede depender de un solo factor. Si la felicidad es tener éxito tienes que ser capaz de ver cómo de exitoso eres en muchas de las facetas de tu vida. ¿Vives en un sitio bonito? Estupendo, podemos decir que tienes éxito. Es una razón para ser feliz. ¿Tienes amigos que te quieren? Fantástico, aunque sean pocos es importante sentirse querido para ser feliz. ¿Tienes una familia que se preocupa por ti? Estupendo. Muchas personas no necesitan nada más para sentirse felices.

Ahora bien, el éxito para muchos viene determinado en función de si se cumplen nuestros sueños. No dejes que eso sea tu única unidad de medida. Es decir, aprende a valorar todo lo que tienes y que la consecución de tus sueños no sea más que otro elemento en el algoritmo que calcula tu felicidad. Luchar por los sueños puede ser todo lo que necesitas, si para ti es muy importante ver tu sueño cumplido y crees que nada en el mundo te hará más feliz, tienes que ponerle todo el empeño del mundo, todas las ganas y más, hasta conseguir lo que te propones. 

Para empezar te diré que no solo hay un camino para llegar a un lugar. Siempre hay más de una vía de acceso, aunque una o varias de ellas no sean practicables para ti. Imagina que puedes llegar a la cima de una montaña escalando una pared, también podrías llegar por el aire si fueras un pájaro o si te dejara allí un helicóptero. Así que aunque creas que no son posibles, siempre hay más de una forma de llegar a los sitios. Puede que tengas que prepararte para poder ascender a la montaña por las vías menos transitadas, nadie dijo que llegar al éxito fuera fácil.

Lo que está claro es que tienes que tomártelo como una suma de oportunidades, como dijimos en el artículo publicado a finales de julio, la vida siempre presenta una oportunidad tras otra.

Muchos dicen que los trenes pasan solo una vez y que no puedes perder la oportunidad. No hay nada, o casi nada en la vida, que suceda únicamente una vez. Además, aunque así sea no significa que no puedan sucederte otras cosas parecidas o mejores.

Imagina que el tren al que nos referimos es el del amor. La persona a la que amas ahora mismo va a irse a vivir a otro país. Si no subes a ese tren perderás el amor. De acuerdo, pero detrás de ese tren llegará otro, en forma de otro amor. No vivirás esa relación con esa persona pero puedes vivir otras que pueden ser mejores. O no, serán diferentes, pero no por ello menos importantes. Lo son, existen, por tanto no quieras creer que detrás de ese tren no va a venir ningún otro. Tengo una amiga que siempre hace broma diciendo que ella no corre jamás ni detrás de un tren ni de un hombre, que al cabo de cinco minutos siempre aparecerá otro y pasa de que la pille sudando. Pues eso.

Los trenes de la vida pasan constantemente. Puede que dejes pasar a uno que te hubiera llevado a un lugar estupendo pero no sabes qué va a venir detrás. Así que no te atormentes por no haber subido a tiempo a un tren determinado. Piensa que como en cualquier estación, por la vida pasan muchos trenes, algunos van al mismo lugar, con recorrido exactamente igual, así que puedes elegir cuando te subes. Otros pasan una vez al día pero sabes que al cabo de 24 horas tendrás otra oportunidad. Incluso aquellas estaciones en las que solo pasa un tren cada ciertos meses, siempre vuelven a repetirse. Y si han cerrado tu estación múdate a otra y sigue buscando trenes.

Déjame insistir en que la vida es una suma de oportunidades, una tras otra, sin descanso. Solo se trata de saber verlas, de saber escogerlas y de aprender a aceptar que no siempre vamos a llegar a donde queremos. El éxito es un premio muy ansiado que lo significa todo, por tanto cuando no conseguimos el éxito sentimos que no tenemos nada. Pero no es cierto. Ni el éxito lo es todo ni el fracaso significa no tener nada. El éxito llegará, después de una suma de muchos fracasos, en los que, como siempre digo, tienes que aprender algo nuevo cada vez. De tus errores y de tus aciertos. Un fracaso puede llegar por no ser el momento adecuado para intentar algo no porque no lo hagas bien, o puede ser el momento y tú no estar acertado. Pero si has estado bien y lo sigues probando seguro que llega un momento en el que aciertas el timing. Además, no estar preparado no significa que no puedas aprender y mejorar. El espíritu crítico y la autoconstrucción pasan por eso. Aprende a intentarlo, a detectar oportunidades, a aprender a crear oportunidades, a sacar conclusiones de tu fracaso y consigue que cada vez que lo intentes estés un poco más cerca de tus sueños.

Marc Soriano
Coach ejecutivo

lunes, 12 de octubre de 2015

Un sueño puede dar sentido a la vida

Todos tenemos sueños más o menos grandes, más o menos realizables. Los sueños poco realizables, aquellos que no dependen de nosotros, como que nos toque la lotería, sirven de aliciente en los momentos de aburrimiento en que pensamos cómo sería nuestra vida si pudiéramos cambiarla radicalmente. Entonces soñamos con que nos toca la lotería y dejamos de hacer todo lo que no nos gusta y vivimos en un sitio mucho mejor. No poder cumplir esos sueños no resulta frustrante puesto que la mayoría de la gente entiende que es casi imposible que pase y que está fuera de nuestra capacidad, o te toca por suerte o no tienes nada que hacer.



Hay otro tipo de sueños, los que son más tangibles y alcanzables que pueden llegar a ser verdaderos lastres para aquellas personas que no los consiguen y que se sienten fracasados y frustrados por no tener lo que quieren o lo que creen que merecen. Si no tuvieran ese sueño no serían infelices. Pero tener una pasión es bueno ya que nos motiva y nos hace intentar mejorar. A no ser que seas de los que sólo se frustra porque no tiene lo que quiere y en realidad no hace nada para conseguirlo.

El problema de muchas personas que se sienten vacías e infelices es que no tienen sueños o los que tienen los creen inalcanzables. Creen que aquello no está destinado para ellos o que se les ha pasado el tren, o que no lo merecen, que no son buenos… Hay muchas formas de conseguir un sueño, y un mismo sueño puede tener muchas formar. Tener un sueño da sentido a la vida. Bajo mi modo de pensar somos más capaces de conseguir nuestros sueños de lo que imaginamos, pero para ello a veces hay que reformularlos. 

Dicho de otra forma si analizas tu sueño y descubres qué es lo que te gusta de eso y por qué quieres que se cumpla puedes descubrir otros aspectos que te abran otras puertas. El típico ejemplo es “quiero ser cantante”, lamentablemente no cantas suficientemente bien como para poderte dedicar a ello. Dependiendo de tu edad y condición, de tus posibilidades de tiempo y de dinero puedes invertir en formación y mucha práctica. Parece mentira lo que la práctica consigue.

Así que no creas que no eres bueno haciendo algo hasta que hayas practicado suficiente. Algunos necesitan 100 horas mientras que otros para lo mismo necesitarán 1000. Hay casos en los que ni en 10.000 horas lo conseguirían. Hay que ser realista y saber ver qué podemos conseguir y hasta cuando estamos dispuestos a invertir. Yo, por ejemplo, no podría ser cantante por mucho que me lo propusiera. Para empezar tengo un problema en las cuerdas vocales y no tengo nada de oído, pero me fascina la música y he trabajado a veces poniendo música a programas, vídeos o noticias, con lo que me compensa tener que buscar canciones, pensar sus significados, atender a las emociones… Es un modo de disfrutar con la música muy distinto de cantar. Que puede ser tu sueño si consideras que lo de cantar no es lo tuyo.

Si reformulas tu deseo, o tu sueño, puedes lograr conseguirlo. Puede que no te ganes nunca la vida con ello pero que te apetezca cantar y ensayar a menudo y puedes pertencer a una coral, a un grupo de música o dar clases por el placer de darlas. Si eres capaz de valorar lo que la música hace en tu vida serás capaz de darte cuenta de que el sueño lo puedes conseguir desde diferentes ángulos. Por supuesto que si lo que quieres es ser rico y famoso, dando clases a niños no lo conseguirás. Igual tendrías que centrarte en buscar algo que pueda darte dinero, y fama. Y que sea más realista que ponerse a cantar. Todo depende de lo mucho que valores esa parte. Si el dinero es importante busca otras formas de conseguirlo, no te engañes diciendo que es la música lo que quieres.

Así que para conseguir tus sueños muchas veces tienes que analizarlos adecuadamente y ver qué se desprende de ellos, cómo puedes fragmentarlos para disfrutar por lo menos de triunfar en uno de sus aspectos. Para mí poder escribir es un placer y es un modo de cumplir mi sueño. Puede que no siempre pueda escribir lo que querría, pero si tengo que elegir entre trabajar en una oficina o escribir, lo que sea, siempre elegiré escribir, aunque gane menos y aunque no sea un trabajo reconocido.

Pero hay personas que no tienen aspiraciones y que tienen problemas de motivación, que sienten que su vida no tiene un objetivo y que no sirven para nada, que no son necesarias para nadie y que son pusilánimes por no tener ni sueños que cumplir.

Este tipo de personas necesitan un sueño, porque un sueño da sentido a la vida. Aunque solo sea ser feliz, estar con amigos, conocer a alguien interesante, leer 300 libros en un año. Para esas personas que no tienen sueños pero que no se sienten felices con su vida, recomiendo buscar objetivos a corto plazo, fáciles de cumplir pero que requieran un esfuerzo y que si se cumplen haya una recompensa. Por ejemplo, acudir a un curso de algo y una vez hecho poder disfrutar de hacer algo que antes no sabías: submarinismo, fotografía… Busca cosas que mejoren un poco tu vida, que supongan retos y que te hagan esforzar, de este modo, si lo que haces te gusta tendrás una excusa para levantarte por la mañana.

La vida es complicada y a menudo falta motivación para superar el día a día. Os recomiendo luchar por vuestros sueños, buscar nuevos, fragmentar los que tenéis para alcanzarlos poco a poco y en diferentes aspectos. Soñar es bueno y necesario. No dejes de hacerlo.

Marc Soriano
Coach ejecutivo

miércoles, 7 de octubre de 2015

Coaching ejecutivo

Todo ejecutivo quiere llegar muy alto pero los seres humanos no son perfectos y por lo tanto un ejecutivo se satura. No sabe qué hacer, qué pasos seguir, necesita liberar ese estrés, ser más productivo y llegar más lejos. ¿Pero cómo?

Te encuentras en un proceso estancado y es entonces cuando recurres al coaching ejecutivo. El coaching ejecutivo es cuando contratas a alguien para que sea tu entrenador personal, para que te ayude a alcanzar la máxima excelencia en tu trabajo y que sobretodo, a la vez te haga ir menos estresado y estar más feliz.

De nada sirve ganar unas cuantas monedas más contratando un coaching ejecutivo si luego estás constantemente deprimido y la vida no te sabe a nada.

¿Cuando debes contratar un Coaching ejecutivo?

La mayoría de ejecutivos esperan a estar muy desesperados para contratar un coaching ejecutivo o buscar soluciones a sus problemas. Lo curioso es que al estar en esa desesperación lo único que hacen es calmar su sed y luego, cuando vuelven a sentirse mal y perdidos vuelven a contratar un coaching ejecutivo.

No voy a decirte que cada mes tendrías que tener un coaching ejecutivo en tu vida porque eso es absurdo, estaríamos otra vez cogiendo algo y llevándolo al absurdo del consumismo, como esos productos tecnológicos que se hacen expresamente para que fallen en pocos años y así tengas que comprar más. Mi máximo objetivo siempre es convertirte en tu propio maestro para que no tengas que recurrir a mí todos los días de tu vida durante los próximos 30 años.

La mayoría de coaching ejecutivo lo que hace es darte peces, yo siempre enseño a pescar para que tú mismo cojas los peces.

Jamás hagas caso a alguien que te diga que un coaching ejecutivo debería ser el pan de cada día tuyo, el resto de tu vida, porque esa persona solo quiere tu dinero.

Un coaching ejecutivo debes contratarlo cuando empiezas a ver que algo va mal, debes solucionar y re-encausar tu trabajo y tu vida con el coaching ejecutivo y posteriormente seguir tu rumbo, pero sin descuidar que debes seguir mejorando y que en la vida hay algo más que hacer dinero. Es importante que encuentres tiempo para ti más allá del trabajo.

Un buen coaching ejecutivo no solo te enseña a ser más productivo y ganar más dinero, también te enseña a relajarte, encontrarle sentido a la vida y buscar tu verdadero yo porque sin esto, seguirás sintiéndote vacío, como que te falta algo.

Constantemente acuden a mí ejecutivos en busca de un coach y, prácticamente todos, tienen el mismo problema. Estrés, mucho estrés, quieren ser más productivos y no encuentran su camino. Ganan cientos y miles de euros al mes pero no son felices, no se expresan con felicidad. Un día quieren hacer esto y al siguiente lo otro y no saben dónde meterse y marean la perdíz constantemente de aquí para allá.

Cuando se les pasa la depresión vuelven a un estado normal hasta que la tormenta vuelve de nuevo. Viajan, se buscan a si mismos pero el malestar jamás desaparece hasta que dan con un buen coaching ejecutivo.

Lo principal que tienes que ver con un coaching ejecutivo es si te gustan sus enseñanzas. Si un coaching ejecutivo solo hace eso, es decir, dar coach a ejecutivos.

Personalmente deberías confiar en aquellos coach ejecutivos que han dado seminarios, que tienen libros, dvd’s y demás productos. Eso significa que su mente está llena de ideas, de ejemplos y si tu coaching ejecutivo además tiene una empresa de éxito (repito que no debe ser sólamente de dar coach) significa que te encuentras ante un hombre que vive el éxito y que puede asesorarte en él. Imagina un escritor de best-sellers que se pone a dar coaching ejecutivo. Esa persona demuestra que tiene mucho fondo.

Tienes que tener buena vibra con tu coach ejecutivo y por lo tanto debes saber qué te puede ofrecer. Debes ver la congruencia y basarte en que experiencia tienen enseñando a los demás a mejorar. Tampoco debes dejarte atraer por los prejuicios porque sería el lado opuesto e igual de malo. Debes valorar con inteligencia.

Qué deberías solucionar gracias a tu coaching ejecutivo

Deberías conseguir lo que yo llamo FEPE, que son las siglas de felicidad, menos estrés, más productividad y más eficiencia, esa es la excelencia del coaching ejecutivo que te ayuda a alcanzar tus metas.

Más felicidad

Sin felicidad en tu vida no lograrás ser más productivo y hacer las coas mejor, porque ese vacío siempre estará aniquilando tus esperanzas. Por eso un coach no tiene que ayudarte sólamente a mejorar en tu trabajo, debe buscar la base de tu infelicidad y solucionarla para que puedas ser enormemente productivo, feliz y conseguir tus objetivos.

Menos estrés

El estrés parece que va unido a ser ejecutivo pero esto es absurdo, no tiene porque ser así. Un buen coaching ejecutivo te ayuda a encontrar un equilibrio, ser capaz de hacer mejor las cosas pero a la vez ir menos estresado. ¿Cómo se consigue? Muy fácil; aprovechando cada momento no solo para trabajar sino para relajarte. La base de la vida no solo se basa en ser más productivo llevándote un libro para leer mientras esperas al médico. Un buen ejecutivo tiene que saber aprovechar su tiempo.

Por ejemplo, no sólo veas tus viajes como trabajo, puedes aprovecharlos con las correctas indicaciones para disfrutarlos enormemente y así, cambias un estrés por algo divertido y relajante. Tendrás tu momento de trabajo y tu momento de disfrute.

Más productividad

A la larga es normal que un ejecutivo pierda productividad y éstos normalmente te contratan para mejorar su productividad, pero no se dan cuenta que sin felicidad y menos estrés no habrá productividad porque es, precisamente eso, lo que merma tu productividad. A parte hay muchas técnicas y formas de mejorar la productividad de una forma increíble.

Más eficiencia

¿Es posible mejorar la productividad y eficiencia a la vez? De pequeño me decían siempre que hiciera las cosas despacio porque sino cometía muchos fallos. Pero no compartía esa opinión, me gustaba hacer las cosas deprisa y con eficiencia. Luego era el primero de clase escribiendo a más de 500 pulsaciones por minuto. 

Eso es porque cuando aprendes a ser productivo y eficiente sacas el doble de rendimiento. Míralo así, cuando yo escribo un libro en tres días, a toda velocidad sin parar, las ideas salen de mi mente como si fueran helados y la información está fresca. En cambio cuando tardas 6 meses tienes que ir releyendo, recordando y todo está menos fresco.

Se puede ser tremendamente productivo y muy eficiente venciendo a tus competidores como si nada, y un buen coaching ejecutivo debe enseñarte eso.

Marc Soriano
Coach ejecutivo

viernes, 2 de octubre de 2015

Preguntas claves para tu desarrollo personal

El Desarrollo Personal no busca otra cosa que liberar el potencial que todo persona lleva consigo; un potencial infinito (repito infinito), pero muy constreñido por diversas razones, y cuya última finalidad no es otra que cumplir con un proyecto de vida y ser feliz.

Todo el mundo tiene sueños y todo el mundo aspira a cumplirlos. A veces por miedo, por falta de método, por desistir... se desintegran y esfuman.

¿Qué es lo primero de todo? 

SABER LO QUE QUIERES. 
«La razón número uno por la que la mayoría de la gente no obtiene lo que quiere es que no sabe lo que quiere». Cuando no tienes claro tus metas te conviertes en una veleta que queda a merced del viento que sopla moviéndose de un lado a otro. «No hay buen viento para quien no sabe a dónde va», decía el cordobés Séneca. Cuanto más específico, detallado y concreto sea lo que quieres, mejor, porque se pueden alinear todos los recursos y energías hacia ese objetivo, de otro modo estarás muy desorientado, tirando por un lado y otro, dando palos de ciego sin rumbo fijo. La claridad es fuerza; energía poderosa que hace que la sincronicidad del Universo (personas y circunstancias) se ponga en marcha para ayudarte. La mayoría de la gente funciona por inercia, en piloto automático, dejándose llevar. El Universo es una especie de camarero detrás de la barra de un bar que te dice: «¿Qué quiere usted?» Y tú estás allí dubitativo: «Pues es que no sé...» Y el camarero te dice: «Ahora cuando lo tenga claro vengo y me dice...» El Universo (camarero) no puede mover ficha si tú no concretas


¿Qué es lo que te será muy útil?

SABER PEDIR AYUDA. 
Si sabes lo que quieres de verdad y lo comunicas a la gente, te tendrán en la cabeza y cuando surja la ocasión se les encenderá la bombilla acordándose de ti. Hay mucha gente dispuesta a ayudar y ayudarte. Todo parece más difícil de lo que es, pero no es tanto. Recuerda que entre tú y cualquier persona del mundo nos separan 6 nodos. Es la teoría de los 6 grados de Harvard. Con 6 movimientos se puede llegar a cualquier persona. ¿Que la ilusión de tu vida es trabajar en finanzas en Singapur, vivir en Río de Janeiro o montar una empresa en Australia? Cuéntalo, dile al mundo que eso es lo que te gustaría. Antes de lo que esperas alguien te dirá: «Pues yo conozco a X que...». Las cosas empiezan a moverse, a confluir hacia "tu objetivo". No desaproveches ocasión para pedir lo que quieres. No tengas miedo al rechazo. No pierdes nada. Pide.


¿Qué es lo más importante? 

TU DETERMINACIÓN. 
Si tú quieres algo de verdad, desde lo más profundo de tu ser, nada ni nadie te impedirá que lo consigas. Siempre ha sido así. Pero hay algo innegociable: tu determinación inquebrantable. En cierta ocasión decía el actor Will Smith: «Podrás ser más talentoso que yo, podrás ser más inteligente que yo, pero si nos subimos a una cinta de correr sólo hay dos opciones: o tú te bajas primero o yo voy a morir. Es así de simple». 

Eso se llama morir por tus sueños, apostar por la vida. No digas que quieres algo de verdad, si realmente no estás dispuesto a darlo todo, a vaciarte, a dejarte el alma. Los obstáculos son la forma que tiene el sabio Universo de ponerte a prueba para ver hasta dónde estás dispuesto a luchar por tus sueños. De separar entre paja y grano, entre los que dicen que quieren algo (palabras) de los que realmente lo quieren (determinación). La mayoría al ver lo dura que es la escalada, se autodescartan, dejan vía libre a los que continúan.

¿Qué es lo más peligroso?

PERDER LA FE. 
Que te vengas abajo. Que cuando aparezcan dudas, bajones y momentos de debilidad, desistas. Cuando apuestas tu vida por algo ese algo no se materializa de un día para otro. No se siembra hoy y se recoge mañana. Y entre uno y otro momento las sequías y las malas cosechas existen, por lo que tendrás que demostrar resiliencia. Hablar de FE, es hablar de Resistencia Emocional, de ser mentalmente fuerte para cuando todo invita a abandonar, mantenerte firme. Lo decía Robert Frost: «En dos palabras puedo resumir cuanto he aprendido acerca de la vida: Sigue adelante». No te olvides de Calvin Coolidge: «Nada en este mundo puede sustituir a la persistencia. El talento no puede; nada es más común que los fracasados con talento. El genio no puede; los genios no reconocidos son moneda común. La educación no puede; el mundo está lleno de perdedores que recibieron la mejor educación. La persistencia y la determinación por si solos son omnipotentes».

¿Cuál es el mayor activo?

TU CAPACIDAD DE APRENDER. 
La cuestión no es si algo es o no posible, sino cómo conseguirlo. Y cuando te pones en movimiento hacia aquel lugar con el que sueñas, no lo sabes todo, ni conoces todas las herramientas, ni todos los métodos, ni a todas las personas... No importa, tienes lo más esencial que necesitas: Tu capacidad de aprender. Tu actitud por querer seguir hacia adelante. Pregunta, indaga, investiga, lee, llama, come con gente... las puertas se irán abriendo poco a poco. Lo decía Jim Rohn: «El aprendizaje es el comienzo de la riqueza. El aprendizaje es el comienzo de la salud. El aprendizaje es el comienzo de la espiritualidad. Buscar y aprender es donde los milagros tienen sus comienzos». Y también no te olvides de Jose Narosky: «Las puertas sólo se abren para aquel que gira el picaporte».

¿Qué te puede hacer perder la concentración?

LA DISPERSIÓN. 
Recuerda las palabras de Steve Jobs: «Cuando te dedicas intensamente a algo durante un tiempo, tienes que dejar otras vidas que podrías estar viviendo». Lo siento, no puedes vivir todas esas cientos de vidas que te gustaría. La Excelencia es hermana del Compromiso. Tienes que apostar por algo y darlo todo. Las medias tintas no valen. Es una cuestión de sentido común. Si trabajas 10 horas y la energía de esas 10 horas están al servicio de un proyecto grande (tu proyecto), no es lo mismo que si las distribuyes en 5 horas, 3 horas y 2 horas tocando tres palos diferentes. Quien se dedica full-time a algo gana al resto porque ha dado más pedaladas, y al final, la repetición es la madre de la destreza. La repetición vence con frecuencia al talento.

¿Cuál es tu peor vicio?

QUEDARTE QUIETO. 
El peor vicio que puedes tener: que te quedes parado, quieto, inmóvil esperando que se alineen los planetas para que se den las circunstancias precisas y aparezcan todas las respuestas. Lo siento, no ocurrirá. La acción es la verdadera medida de la inteligencia. Ponte en movimiento y las soluciones irán apareciendo por el camino. No te olvides de las palabras de Napoleon Hill en su obra Piense y hágase rico apunta: «No espere. Nunca va a ser el momento justo. Empiece en donde usted se encuentra y trabaje con las herramientas que pueda tener a su disposición ahora, y mejores herramientas van a ir apareciendo a medida que usted va avanzando».

Marc Soriano
Coach ejecutivo

martes, 29 de septiembre de 2015

Cómo llegar a ocupar un puesto directivo

Son muchas las cualidades que debes de desarrollar para conseguir ocupar un puesto directivo. Quizás las tres más importantes son: liderazgo, poder de negociación y orientación a resultados. Actualmente muchas empresas españolas necesitan de directivos proactivos que dispongan de una gran visión de negocio, capaces de solventar cualquier tipo de problema de la forma más rápida y eficaz, siempre adaptándose a las nuevas exigencias del mercado. De modo que llegar a lo más alto de una organización requiere mucho sacrificio. Si buscas empleo como alto cargo ten en cuenta los siguientes valores que tiene que reunir un directivo:



Visión de la organización: no es otra cosa que la capacidad de valorar la empresa más allá de los límites de la propia función, comprender la interrelación entre los diferentes stakeholders y desarrollar la cooperación interfuncional.

Orientación de logros y resultados: preocupación por realizar correctamente el propio trabajo o conseguir los objetivos marcados.

Capacidad de gestión: es clave la orientación al cliente, tener capacidad para tomar decisiones y saber gestionar los recursos, el tiempo y la información.

Negociación: es la capacidad de alcanzar acuerdos satisfactorios para la empresa, descubriendo o creando elementos que generan valor añadido a la relación.

Networking: es la capacidad de desarrollar, mantener y utilizar una amplia red de relaciones con personas clave dentro de la empresa y del sector para establecer alianzas que puedan impulsar el nepocio.

Comunicación: saber escuchar, transmitir ideas y emociones de manera efectiva y con empatía, empleando el canal adecuado en el momento oportuno. También es importante la capacidad de síntesisi y de sacar conclusiones.

Coaching: consiste en una evaluación e identificación de áreas de mejora, fijación de objetivos y plan de acción, determinación de quién va a ayudar en el proceso y realización de seguimiento de los resultados obtenidos.

Proactividad e iniciativa: es la capacidad de mostrar un comportamiento emprendedor, iniciando e impulsando los cambios necesarios con energía y responsabilidad personal.

Marc Soriano
Coach ejecutivo


viernes, 25 de septiembre de 2015

Una herramienta indispensable: La visión financiera

En España, como en otras partes del mundo, son pocas las empresas que sobreviven a los primeros años de vida, aun siendo nuestro país calificado por la GEM (Global Entrepreneurship Monitor) como uno de los primeros países con niveles más elevados en emprendimiento. 


Si bien el empresario español tiene la habilidad para reaccionar frente a los cambios del ecosistema que pudieran influir en su negocio, y puede solucionar problemas coyunturales de manera rápida, no es suficiente para tener un crecimiento seguro y sostenible.

Este comportamiento reactivo ante difíciles situaciones financieras debería ser reemplazado por una planificación disciplinada y predictiva; es decir, contar con una visión financiera.

Cuando las empresas comienzan a aumentar sus ventas, posicionarse en el mercado, tener mayor reconocimiento ante sus clientes; puede venir el desorden: la falta de disciplina financiera, desorganización, y (lo peor) la pérdida de eficiencia ante la impaciencia de un cliente desesperado por el cumplimiento de su pedido. El punto es cuando la rentabilidad marginal cambia a un sentido negativo y debido a esos factores se termina afectando el desarrollo.

Sin embargo, una forma de visualizar si la empresa está atravesando por estos tipos de problemas es cuando ésta depende más del sistema financiero, que de sus propias acciones. Esto quiere decir que los niveles de liquidez no soportan la actual estructura empresarial, y para gestionar el negocio se depende más de los bancos o de terceros. Es por eso que en la actualidad, se debe tener proyecciones a resultados futuros estabilizando la situación y el control financiero.

En algunos casos se tendrá que reestructurar la organización para reemplazar ineficiencias, racionalizar los gastos de publicidad y promoción, reducir el capital de trabajo, y convertir pesados costos fijos en ligeros costos variables; siempre buscando hacer un efecto positivo y multiplicador en el saldo del flujo de caja. En otros casos, se debe considerar la venta de activos improductivos, y no recibir llamadas de nuevos financiamientos que ofrezcan arreglo sin consecuencias de situaciones financieras y que a veces solo terminan perjudicando a la empresa. Por ello, el mejoramiento de una empresa no puede ser calco ni copia de otra. Solo depende del criterio frío que tenga el empresario o emprendedor en su visión financiera.

Marc Soriano
Coach ejecutivo

miércoles, 23 de septiembre de 2015

7 síntomas que nos ayudan a reconocer la procrastinación

¿Quién no se ha visto en la tentación de procrastinar? 
O, ¿Quién no ha procrastinado alguna o varias veces en su vida? 
El hecho es que esto no se vuelva un hábito en nuestras vidas porque sino será muy contraproducente tanto para nuestra faceta personal, profesional, familiar, etc. 


¿Sabemos reconocer cuáles son los síntomas del procrastinador? 

Enterémonos para luchar y efectuar las acciones adecuadas para no caer en esta grave “enfermedad”.

1. Falta de visión: 

Debemos saber qué es lo que queremos conseguir, cómo queremos conseguirlo y por qué. Si estamos bien enfocados en esto, no tendremos ni un minuto para vacilar y procrastinar.

2. Falta de tiempo: 

Hay tiempo para todo, somos nosotros mismos los que nos ponemos barreras mentales y sufrimos. Sin embargo, si analizamos bien lo que tenemos que hacer y pensamos cómo hacerlo, no nos tomará mucho tiempo. Debemos avanzar.

3. Falta de organización: 

Este es uno de los síntomas principales de la procrastinación. Si somos desorganizados no sabremos qué tenemos que hacer, para cuándo, cómo, etc., debemos saber todo lo que tenemos que realizar en el día a día y de aquí a semanas. Una agenda bien organizada hará nuestra vida más fácil. Alcanzaremos tener tiempo para todo aquello que queramos hacer; sabremos cuáles son nuestras prioridades.

4. Cansancio: 

Pospongo un proyecto porque estoy cansado. Dar el primer paso es el más difícil hacia la resolución de una tarea. Decide, toma vitaminas, hidrátate, aliméntate bien, descansa tus horas y vence ese cansancio. No dejes que tus bajas energías te limiten.

5. Miedo: 

El temor a no lograr nuestros objetivos pueden ser una gran barrera hacia nuestros sueños. No tengas miedo al fracaso, no tengas miedo a intentarlo. Este estado de miedo hacia el éxito puede dejarnos en un estado de inacción y apatía del que puede ser muy difícil salir. Afronta las cosas, sean positivos o no tan positivos los resultados. Peor es que te quedes sin hacer nada. ¿Cierto?

6. Las distracciones: 

Este mundo tecnológico nos hace perdernos en un mar de distracciones. Los teléfonos, redes sociales, emails, whatsapp, etc. nos distraen. A la hora de trabajar, bloquéate de todo esto y enfoca tu atención en aquello que deseas resolver. Mientras más rápido lo hagas, más fácil será avanzar tu día.

7. Incapacidad: 

Muchas veces el ser humano se siente incapaz de hacer las cosas. Se subvalúa en sus acciones, en su inteligencia y piensa que no puede hacerlo, por lo tanto le es muy complejo empezar algún proyecto. No te sientas amenazado con esto, si alguien te asignó una tarea que parece difícil es porque confía en tí y en tu capacidad. Házlo. Busca ayuda. Define los puntos importantes, cómo hacerlo, cuándo, con qué herramientas, quiénes pueden colaborar con la solución, etc. Tú puedes hacerlo y no es menos capaz quien pide ayuda para resolverlo.

¿Tienes estos síntomas? ¡Vamos tú puedes vencerlos!

Marc Soriano
Coach ejecutivo

lunes, 21 de septiembre de 2015

Los 10 hábitos más improductivos que debemos evitar

Asediados por el día a día, muchas veces es recomendable darse un momento para pensar y ver que es lo que estamos haciendo mal. Pronto, es probable que lleguemos a la conclusión de que estamos cargando hábitos no muy saludables en nuestras actividades, que reducen significativamente nuestra productividad en el trabajo.


Conozcamos diez de esos hábitos que debemos ir corrigiendo uno a uno, para que al final podamos disfrutar de una mejor vida y tengamos un extraordinario desempeño en nuestras actividades.

1.- Permitir distracciones

Dejar nuestro correo abierto con notificaciones activadas, el teléfono móvil con el volumen alto, alguna notificación de nuestras redes sociales, sólo son algunas de las interrupciones que encontraremos cada día.
El que estén ahí no significa que no las podemos evitar, y eso es lo más recomendable que podemos hacer. Desactivemos notificaciones, apaguemos el celular cuando sea necesario y avisemos que no deseamos ser molestados.

2.- No fijar nuestros objetivos o fijar demasiados

El no empezar y terminar el día sin un objetivo claro para nuestras actividades es un signo seguro de que ya hemos llegado, pero a ningún sitio. Al no tener un rumbo definido por nosotros mismos y que persiga nuestros objetivos, podemos llegar a un lugar muy diferente al que deberíamos de estar.

Del mismo modo, querer fijar muchos objetivos y atacarlos a la vez, sirve de poco o nada. Ya que perdemos el rumbo al ver que son demasiados.

3. Procrastinar

Este es quizás uno de los mayores retos que toda persona en su búsqueda de ser más productivos encontrará y notará.

¿Has estado realizando un informe o actividad y te sientes tentado a ver tus redes sociales? ¿Tienes algo pendiente para la próxima semana y lo haces el día antes de la presentación? 

Si te suena familiar, es normal. La procrastinación muchas veces ayuda a desconectarnos durante unos minutos para luego retomar el flujo normal de nuestras actividades, lo que no es recomendable es tomarse esa “desconexión” muy a menudo, aplazando actividades importantes para después.

4. Una vida desorganizada

Consecuencia de la procrastinación, muchas veces podemos llegar a tener una vida desorganizada. Pasar mucho tiempo mirando televisión, comer mientras trabajamos en el ordenador o saltarnos esas comidas, son sólo algunas de las actividades que reflejan el desorden en nuestra vida.

5. No controlar los gastos

Si no llegamos a controlar nuestros gastos, es probable que estemos acortando nuestras posibilidades de una vida mejor. Sin ese correcto control, incluso podríamos llegar a tener que trabajar más horas, afectando claramente nuestra productividad.

6. No gestionar nuestras tareas, ni nuestro día

Al igual que fijar nuestros objetivos es uno de los hábitos más improductivos, también lo es el no gestionar nuestro día. El no gestionar nuestras tareas puede hacer que veamos nuestro trabajo como inalcanzable, incluso nos perdernos entre lo que es importante y lo que no, olvidando proyectos que necesitan de nuestra mayor atención.

7. Multitarea, micromanagement y no saber delegar

Tiempos atrás quedaron en donde ser multitarea era sinónimo de mayor efectividad y productividad en una persona. Lo cierto es que no podemos concentrarnos en más de una cosa a la vez, siempre uno de ellos va tener mayor peso, por lo tanto el otro será deficiente y no es recomendable seguir esta práctica.

Por otro lado, el no saber delegar tareas y hacerlo todo nosotros mismos es otro de los hábitos que pueden estar afectando nuestra productividad. Es tan sencillo como delegar alguna acción y seguir con las nuestras.

8. Consumir demasiada información

El vivir en la era de la información no es excusa para tener cientos de correos sin leer en nuestra bandeja, quizás muchas de ellas suscripciones a páginas que poco aportan a nuestro flujo normal de trabajo. Tampoco lo es el revisar constantemente páginas de noticias o redes sociales. Cortemos con todo eso, y enfoquemonos en lo que realmente importa.

9. Ignorar las ventajas de las nuevas tecnologías

Antes era normal el uso de una libreta de papel para gestionar nuestras tareas. Hoy en día y a pesar de que muchos encuentran todavía útil el uso de una herramienta como esa, lo cierto es que podemos hacer uso de un número muy extenso de herramientas tecnológicas que ayudarán significativamente a mejorar nuestra productividad.

El uso de este tipo de herramientas van desde la conectividad desde cualquier lugar a través de internet, permitir una mayor colaboración y cualquier otra cosa posible en beneficio de nuestras actividades.

10. No admitir ni aprender de tus errores

Ahora que hemos identificado alguno de nuestros hábitos más improductivos, es momento de pensar bien las cosas y cambiarlas. Todo esto con el fin de ser más productivos en lo que hacemos y disfrutar de una mejor vida.

Marc Soriano
Coach ejecutivo