lunes, 26 de octubre de 2015

Para pasar página es imprescindible perdonar

Pasar página significa empezar de nuevo. Es una expresión metafórica que quiere decir que estamos dispuestos a iniciar un nuevo capítulo de nuestra vida, ya sea a nivel global o en una pequeña cosa. Se puede pasar página de muchas cosas. Podríamos decir que es un sinónimo de perdonar. Perdonar implica aceptar lo ocurrido y dejar de luchar contra ello. Resistirse es el modo más rápido de no pasar página.


A todos nos han herido alguna vez, a todos nos han ocurrido cosas que no tendrían que habernos ocurrido. Algunas por nuestra propia culpa, otras por culpa de otra persona y a veces sin que haya culpables, simplemente las circunstancias han sido propicias a que nos ocurriera algo malo. Buscar culpables es el primer paso que damos todos, por alguna razón el cerebro necesita entender. Cuando entendemos lo que ocurre somos más capaces de dar salida a esa sensación.

Ya sea para pasar página o para perdonar necesitas un buen control de tus emociones. Las emociones son muchas y diversas, a menudo tomamos unas como positivas y otras como negativas cuando en realidad todas deberían ser consideradas iguales ya que nos enseñan algo y sirven para procesar lo que nos ocurre. No es la emoción la mala sino el hecho que nos ha acontecido. Para hablar a fondo de las emociones, para estudiarlas, reconocerlas y saber cómo gestionarlas tendrás que hacer un trabajo individual y reflexivo. 

Los problemas, suelen llegar con una sorpresa, que puede ser pequeña o inmensa y no siempre tiene que ser agradable es lo primero que nos encontramos cuando tenemos un problema, sea cual sea. La sorpresa da paso al desconcierto y para dar fin a este desconcierto lo que solemos hacer es buscar explicaciones razonables que pongan las cosas en su sitio, por lo menos para encontrar explicación a lo que ocurre.

Es por ello que algunas personas se pasan mucho tiempo buscando explicaciones a lo ocurrido. Sobre todo cuando hablamos de accidentes, por ejemplo, con hechos que se escapan de nuestro control y de nuestro conocimiento, necesitamos algún tipo de explicación oficial que nos cuente toda la cadena de sucesos para comprender las razones de lo ocurrido.

Con esto podemos habitualmente aceptarlo mejor que cuando no tenemos las explicaciones que nos tranquilizan. Tener explicaciones no hará que dejemos de sentir dolor, pero para la mayoría de la gente entender los motivos de lo ocurrido es un primer paso para poder empezar a pasar página.

Es obvio que esto es recomendable, pero no siempre somos capaces de obtener las explicaciones necesarias, ni siquiera siempre las hay. Así que aceptar sin comprender es algo que tendríamos que empezar a hacer. Aceptamos lo que ha pasado ya que por imposible que pareciera ha pasado.

Desde la aceptación podemos empezar a trabajar para recuperar nuestra fuerza vital. No todo nos paraliza, pero el proceso que tenemos que hacer cuando hemos tenido un trauma o algo que perdonar es similar a todos. Lo que pasa es que en función de la magnitud del suceso y de sus consecuencias nos costará más o menos, en tiempo y dolor, hacer todo el proceso.

Para entender lo que pasa solemos buscar culpas. A menudo culpamos a personas concretas y fijamos contra ellas nuestra rabia y nuestro dolor. El odio es lo contrario al perdón. Y mientras vivamos odiando y buscando venganza no vamos a ser capaces de empezar una nueva página.

Perdonar no significa olvidar, lo hemos dicho ya en el resto de artículos referidos a este tema, pero significa poder empezar una nueva página de nuestra vida sin anclas que nos aten al pasado. Es por ello que es básico perdonar para poder seguir adelante, de lo contrario todavía permaneceremos conectados con ese momento ya que necesitaremos seguir odiando al culpable, o vengarnos de él o encontrar respuestas a lo ocurrido.

Que estos sean los pasos necesarios no significa que tengan que ser automáticos ni instantáneos ni durar lo mismo en cada persona. Cada caso es distinto y para aceptar lo ocurrido unos necesitarán un par de días mientras que otros pueden necesitar años. No siempre es fácil aceptar lo ocurrido, aunque no haya culpables ni nada parecido.

La aceptación no significa el olvido ni tampoco que estemos de acuerdo o conformes, sino que aceptamos que eso ha ocurrido, que es una pieza más del puzzle que conforma nuestra vida y que nos guste o no forma parte de nuestro paisaje vital.

Perdonar es básico para pasar página ya que cuando lo hacemos empezamos de forma limpia, lo que no quiere decir que no haya dolor, claro que lo puede haber. Claro que pueden haber sentimientos o emociones, pero no habrá lugar para el odio, ni el rencor. Las páginas que tenemos que escribir no siempre serán mejores que las que hemos escrito ya, pero sin duda merecen la pena, el tiempo, la vida va a pasar inevitablemente, bajo mi punto de vista es mejor mirar hacia adelante que mirar hacia atrás. Lo que no quiere decir que olvidemos, insisto.

Cuando hemos perdido a alguien no vamos a olvidarle, pero vamos a aceptar que vivimos sin esa persona y que tenemos que empezar una nueva página, forzosamente ya que esa persona ya no está. Intentemos que la nueva página sea lo mejor posible y que nuestra vida sea lo más equilibrada posible. Perdonar es algo que todos deberíamos saber hacer y a lo que tenemos derecho. Nadie te puede obligar a perdonar, es una decisión propia que llevas a cabo simplemente por estar mejor contigo mismo y poder ver la vida desde el presente. Si no perdonamos nunca miraremos el punto de salida desde el mismo punto de salida sino que siempre tendremos la mirada atrás, y no mirando al futuro precisamente.

Como si fuera una carrera, la vida, te pone en la linea de salida y tienes que estar como el resto de corredores, preparado para salir, mirando hacia adelante. No puedes estar sentado mirado hacia atrás. La nueva página que está por empezar necesita que perdones para poder cerrar definitivamente esos capítulos y empezar otros nuevos, no sabemos si mejores o peores, solo que tienes que vivirlos.

Lo mejor es estar preparado para reconocer tus emociones, saberlas gestionar implica reconocerlas y dejarlas marchar, que hagan su recorrido en el tiempo necesario, ni más ni menos.

Marc Soriano
Coach ejecutivo

lunes, 19 de octubre de 2015

Los trenes no pasan solo una vez

Hace unos días hablábamos de la vida y las oportunidades que nos da, cómo es bueno saber ver que la vida es una lista prácticamente infinita de posibilidades. Tienes opciones mientras estás vivo así que aprende a verlo de esta forma. La felicidad es algo que se siente, que se disfruta. La pena es que muchas personas viven tan pendientes de la felicidad que esperan que llegue con grandes letras luminosas y con un aviso gigante. Y eso no es la felicidad. La felicidad se siente de forma mucho más pausada, la alegría sí que puede tener un componente explosivo, pero cuando uno es feliz no está todo el día por las nubes, de subidón.


La felicidad es un modo de ver la vida. Es algo que puedes elegir, algo que puedes decidir. Por eso el éxito en tu vida no puede depender de un solo factor. Si la felicidad es tener éxito tienes que ser capaz de ver cómo de exitoso eres en muchas de las facetas de tu vida. ¿Vives en un sitio bonito? Estupendo, podemos decir que tienes éxito. Es una razón para ser feliz. ¿Tienes amigos que te quieren? Fantástico, aunque sean pocos es importante sentirse querido para ser feliz. ¿Tienes una familia que se preocupa por ti? Estupendo. Muchas personas no necesitan nada más para sentirse felices.

Ahora bien, el éxito para muchos viene determinado en función de si se cumplen nuestros sueños. No dejes que eso sea tu única unidad de medida. Es decir, aprende a valorar todo lo que tienes y que la consecución de tus sueños no sea más que otro elemento en el algoritmo que calcula tu felicidad. Luchar por los sueños puede ser todo lo que necesitas, si para ti es muy importante ver tu sueño cumplido y crees que nada en el mundo te hará más feliz, tienes que ponerle todo el empeño del mundo, todas las ganas y más, hasta conseguir lo que te propones. 

Para empezar te diré que no solo hay un camino para llegar a un lugar. Siempre hay más de una vía de acceso, aunque una o varias de ellas no sean practicables para ti. Imagina que puedes llegar a la cima de una montaña escalando una pared, también podrías llegar por el aire si fueras un pájaro o si te dejara allí un helicóptero. Así que aunque creas que no son posibles, siempre hay más de una forma de llegar a los sitios. Puede que tengas que prepararte para poder ascender a la montaña por las vías menos transitadas, nadie dijo que llegar al éxito fuera fácil.

Lo que está claro es que tienes que tomártelo como una suma de oportunidades, como dijimos en el artículo publicado a finales de julio, la vida siempre presenta una oportunidad tras otra.

Muchos dicen que los trenes pasan solo una vez y que no puedes perder la oportunidad. No hay nada, o casi nada en la vida, que suceda únicamente una vez. Además, aunque así sea no significa que no puedan sucederte otras cosas parecidas o mejores.

Imagina que el tren al que nos referimos es el del amor. La persona a la que amas ahora mismo va a irse a vivir a otro país. Si no subes a ese tren perderás el amor. De acuerdo, pero detrás de ese tren llegará otro, en forma de otro amor. No vivirás esa relación con esa persona pero puedes vivir otras que pueden ser mejores. O no, serán diferentes, pero no por ello menos importantes. Lo son, existen, por tanto no quieras creer que detrás de ese tren no va a venir ningún otro. Tengo una amiga que siempre hace broma diciendo que ella no corre jamás ni detrás de un tren ni de un hombre, que al cabo de cinco minutos siempre aparecerá otro y pasa de que la pille sudando. Pues eso.

Los trenes de la vida pasan constantemente. Puede que dejes pasar a uno que te hubiera llevado a un lugar estupendo pero no sabes qué va a venir detrás. Así que no te atormentes por no haber subido a tiempo a un tren determinado. Piensa que como en cualquier estación, por la vida pasan muchos trenes, algunos van al mismo lugar, con recorrido exactamente igual, así que puedes elegir cuando te subes. Otros pasan una vez al día pero sabes que al cabo de 24 horas tendrás otra oportunidad. Incluso aquellas estaciones en las que solo pasa un tren cada ciertos meses, siempre vuelven a repetirse. Y si han cerrado tu estación múdate a otra y sigue buscando trenes.

Déjame insistir en que la vida es una suma de oportunidades, una tras otra, sin descanso. Solo se trata de saber verlas, de saber escogerlas y de aprender a aceptar que no siempre vamos a llegar a donde queremos. El éxito es un premio muy ansiado que lo significa todo, por tanto cuando no conseguimos el éxito sentimos que no tenemos nada. Pero no es cierto. Ni el éxito lo es todo ni el fracaso significa no tener nada. El éxito llegará, después de una suma de muchos fracasos, en los que, como siempre digo, tienes que aprender algo nuevo cada vez. De tus errores y de tus aciertos. Un fracaso puede llegar por no ser el momento adecuado para intentar algo no porque no lo hagas bien, o puede ser el momento y tú no estar acertado. Pero si has estado bien y lo sigues probando seguro que llega un momento en el que aciertas el timing. Además, no estar preparado no significa que no puedas aprender y mejorar. El espíritu crítico y la autoconstrucción pasan por eso. Aprende a intentarlo, a detectar oportunidades, a aprender a crear oportunidades, a sacar conclusiones de tu fracaso y consigue que cada vez que lo intentes estés un poco más cerca de tus sueños.

Marc Soriano
Coach ejecutivo

lunes, 12 de octubre de 2015

Un sueño puede dar sentido a la vida

Todos tenemos sueños más o menos grandes, más o menos realizables. Los sueños poco realizables, aquellos que no dependen de nosotros, como que nos toque la lotería, sirven de aliciente en los momentos de aburrimiento en que pensamos cómo sería nuestra vida si pudiéramos cambiarla radicalmente. Entonces soñamos con que nos toca la lotería y dejamos de hacer todo lo que no nos gusta y vivimos en un sitio mucho mejor. No poder cumplir esos sueños no resulta frustrante puesto que la mayoría de la gente entiende que es casi imposible que pase y que está fuera de nuestra capacidad, o te toca por suerte o no tienes nada que hacer.



Hay otro tipo de sueños, los que son más tangibles y alcanzables que pueden llegar a ser verdaderos lastres para aquellas personas que no los consiguen y que se sienten fracasados y frustrados por no tener lo que quieren o lo que creen que merecen. Si no tuvieran ese sueño no serían infelices. Pero tener una pasión es bueno ya que nos motiva y nos hace intentar mejorar. A no ser que seas de los que sólo se frustra porque no tiene lo que quiere y en realidad no hace nada para conseguirlo.

El problema de muchas personas que se sienten vacías e infelices es que no tienen sueños o los que tienen los creen inalcanzables. Creen que aquello no está destinado para ellos o que se les ha pasado el tren, o que no lo merecen, que no son buenos… Hay muchas formas de conseguir un sueño, y un mismo sueño puede tener muchas formar. Tener un sueño da sentido a la vida. Bajo mi modo de pensar somos más capaces de conseguir nuestros sueños de lo que imaginamos, pero para ello a veces hay que reformularlos. 

Dicho de otra forma si analizas tu sueño y descubres qué es lo que te gusta de eso y por qué quieres que se cumpla puedes descubrir otros aspectos que te abran otras puertas. El típico ejemplo es “quiero ser cantante”, lamentablemente no cantas suficientemente bien como para poderte dedicar a ello. Dependiendo de tu edad y condición, de tus posibilidades de tiempo y de dinero puedes invertir en formación y mucha práctica. Parece mentira lo que la práctica consigue.

Así que no creas que no eres bueno haciendo algo hasta que hayas practicado suficiente. Algunos necesitan 100 horas mientras que otros para lo mismo necesitarán 1000. Hay casos en los que ni en 10.000 horas lo conseguirían. Hay que ser realista y saber ver qué podemos conseguir y hasta cuando estamos dispuestos a invertir. Yo, por ejemplo, no podría ser cantante por mucho que me lo propusiera. Para empezar tengo un problema en las cuerdas vocales y no tengo nada de oído, pero me fascina la música y he trabajado a veces poniendo música a programas, vídeos o noticias, con lo que me compensa tener que buscar canciones, pensar sus significados, atender a las emociones… Es un modo de disfrutar con la música muy distinto de cantar. Que puede ser tu sueño si consideras que lo de cantar no es lo tuyo.

Si reformulas tu deseo, o tu sueño, puedes lograr conseguirlo. Puede que no te ganes nunca la vida con ello pero que te apetezca cantar y ensayar a menudo y puedes pertencer a una coral, a un grupo de música o dar clases por el placer de darlas. Si eres capaz de valorar lo que la música hace en tu vida serás capaz de darte cuenta de que el sueño lo puedes conseguir desde diferentes ángulos. Por supuesto que si lo que quieres es ser rico y famoso, dando clases a niños no lo conseguirás. Igual tendrías que centrarte en buscar algo que pueda darte dinero, y fama. Y que sea más realista que ponerse a cantar. Todo depende de lo mucho que valores esa parte. Si el dinero es importante busca otras formas de conseguirlo, no te engañes diciendo que es la música lo que quieres.

Así que para conseguir tus sueños muchas veces tienes que analizarlos adecuadamente y ver qué se desprende de ellos, cómo puedes fragmentarlos para disfrutar por lo menos de triunfar en uno de sus aspectos. Para mí poder escribir es un placer y es un modo de cumplir mi sueño. Puede que no siempre pueda escribir lo que querría, pero si tengo que elegir entre trabajar en una oficina o escribir, lo que sea, siempre elegiré escribir, aunque gane menos y aunque no sea un trabajo reconocido.

Pero hay personas que no tienen aspiraciones y que tienen problemas de motivación, que sienten que su vida no tiene un objetivo y que no sirven para nada, que no son necesarias para nadie y que son pusilánimes por no tener ni sueños que cumplir.

Este tipo de personas necesitan un sueño, porque un sueño da sentido a la vida. Aunque solo sea ser feliz, estar con amigos, conocer a alguien interesante, leer 300 libros en un año. Para esas personas que no tienen sueños pero que no se sienten felices con su vida, recomiendo buscar objetivos a corto plazo, fáciles de cumplir pero que requieran un esfuerzo y que si se cumplen haya una recompensa. Por ejemplo, acudir a un curso de algo y una vez hecho poder disfrutar de hacer algo que antes no sabías: submarinismo, fotografía… Busca cosas que mejoren un poco tu vida, que supongan retos y que te hagan esforzar, de este modo, si lo que haces te gusta tendrás una excusa para levantarte por la mañana.

La vida es complicada y a menudo falta motivación para superar el día a día. Os recomiendo luchar por vuestros sueños, buscar nuevos, fragmentar los que tenéis para alcanzarlos poco a poco y en diferentes aspectos. Soñar es bueno y necesario. No dejes de hacerlo.

Marc Soriano
Coach ejecutivo

miércoles, 7 de octubre de 2015

Coaching ejecutivo

Todo ejecutivo quiere llegar muy alto pero los seres humanos no son perfectos y por lo tanto un ejecutivo se satura. No sabe qué hacer, qué pasos seguir, necesita liberar ese estrés, ser más productivo y llegar más lejos. ¿Pero cómo?

Te encuentras en un proceso estancado y es entonces cuando recurres al coaching ejecutivo. El coaching ejecutivo es cuando contratas a alguien para que sea tu entrenador personal, para que te ayude a alcanzar la máxima excelencia en tu trabajo y que sobretodo, a la vez te haga ir menos estresado y estar más feliz.

De nada sirve ganar unas cuantas monedas más contratando un coaching ejecutivo si luego estás constantemente deprimido y la vida no te sabe a nada.

¿Cuando debes contratar un Coaching ejecutivo?

La mayoría de ejecutivos esperan a estar muy desesperados para contratar un coaching ejecutivo o buscar soluciones a sus problemas. Lo curioso es que al estar en esa desesperación lo único que hacen es calmar su sed y luego, cuando vuelven a sentirse mal y perdidos vuelven a contratar un coaching ejecutivo.

No voy a decirte que cada mes tendrías que tener un coaching ejecutivo en tu vida porque eso es absurdo, estaríamos otra vez cogiendo algo y llevándolo al absurdo del consumismo, como esos productos tecnológicos que se hacen expresamente para que fallen en pocos años y así tengas que comprar más. Mi máximo objetivo siempre es convertirte en tu propio maestro para que no tengas que recurrir a mí todos los días de tu vida durante los próximos 30 años.

La mayoría de coaching ejecutivo lo que hace es darte peces, yo siempre enseño a pescar para que tú mismo cojas los peces.

Jamás hagas caso a alguien que te diga que un coaching ejecutivo debería ser el pan de cada día tuyo, el resto de tu vida, porque esa persona solo quiere tu dinero.

Un coaching ejecutivo debes contratarlo cuando empiezas a ver que algo va mal, debes solucionar y re-encausar tu trabajo y tu vida con el coaching ejecutivo y posteriormente seguir tu rumbo, pero sin descuidar que debes seguir mejorando y que en la vida hay algo más que hacer dinero. Es importante que encuentres tiempo para ti más allá del trabajo.

Un buen coaching ejecutivo no solo te enseña a ser más productivo y ganar más dinero, también te enseña a relajarte, encontrarle sentido a la vida y buscar tu verdadero yo porque sin esto, seguirás sintiéndote vacío, como que te falta algo.

Constantemente acuden a mí ejecutivos en busca de un coach y, prácticamente todos, tienen el mismo problema. Estrés, mucho estrés, quieren ser más productivos y no encuentran su camino. Ganan cientos y miles de euros al mes pero no son felices, no se expresan con felicidad. Un día quieren hacer esto y al siguiente lo otro y no saben dónde meterse y marean la perdíz constantemente de aquí para allá.

Cuando se les pasa la depresión vuelven a un estado normal hasta que la tormenta vuelve de nuevo. Viajan, se buscan a si mismos pero el malestar jamás desaparece hasta que dan con un buen coaching ejecutivo.

Lo principal que tienes que ver con un coaching ejecutivo es si te gustan sus enseñanzas. Si un coaching ejecutivo solo hace eso, es decir, dar coach a ejecutivos.

Personalmente deberías confiar en aquellos coach ejecutivos que han dado seminarios, que tienen libros, dvd’s y demás productos. Eso significa que su mente está llena de ideas, de ejemplos y si tu coaching ejecutivo además tiene una empresa de éxito (repito que no debe ser sólamente de dar coach) significa que te encuentras ante un hombre que vive el éxito y que puede asesorarte en él. Imagina un escritor de best-sellers que se pone a dar coaching ejecutivo. Esa persona demuestra que tiene mucho fondo.

Tienes que tener buena vibra con tu coach ejecutivo y por lo tanto debes saber qué te puede ofrecer. Debes ver la congruencia y basarte en que experiencia tienen enseñando a los demás a mejorar. Tampoco debes dejarte atraer por los prejuicios porque sería el lado opuesto e igual de malo. Debes valorar con inteligencia.

Qué deberías solucionar gracias a tu coaching ejecutivo

Deberías conseguir lo que yo llamo FEPE, que son las siglas de felicidad, menos estrés, más productividad y más eficiencia, esa es la excelencia del coaching ejecutivo que te ayuda a alcanzar tus metas.

Más felicidad

Sin felicidad en tu vida no lograrás ser más productivo y hacer las coas mejor, porque ese vacío siempre estará aniquilando tus esperanzas. Por eso un coach no tiene que ayudarte sólamente a mejorar en tu trabajo, debe buscar la base de tu infelicidad y solucionarla para que puedas ser enormemente productivo, feliz y conseguir tus objetivos.

Menos estrés

El estrés parece que va unido a ser ejecutivo pero esto es absurdo, no tiene porque ser así. Un buen coaching ejecutivo te ayuda a encontrar un equilibrio, ser capaz de hacer mejor las cosas pero a la vez ir menos estresado. ¿Cómo se consigue? Muy fácil; aprovechando cada momento no solo para trabajar sino para relajarte. La base de la vida no solo se basa en ser más productivo llevándote un libro para leer mientras esperas al médico. Un buen ejecutivo tiene que saber aprovechar su tiempo.

Por ejemplo, no sólo veas tus viajes como trabajo, puedes aprovecharlos con las correctas indicaciones para disfrutarlos enormemente y así, cambias un estrés por algo divertido y relajante. Tendrás tu momento de trabajo y tu momento de disfrute.

Más productividad

A la larga es normal que un ejecutivo pierda productividad y éstos normalmente te contratan para mejorar su productividad, pero no se dan cuenta que sin felicidad y menos estrés no habrá productividad porque es, precisamente eso, lo que merma tu productividad. A parte hay muchas técnicas y formas de mejorar la productividad de una forma increíble.

Más eficiencia

¿Es posible mejorar la productividad y eficiencia a la vez? De pequeño me decían siempre que hiciera las cosas despacio porque sino cometía muchos fallos. Pero no compartía esa opinión, me gustaba hacer las cosas deprisa y con eficiencia. Luego era el primero de clase escribiendo a más de 500 pulsaciones por minuto. 

Eso es porque cuando aprendes a ser productivo y eficiente sacas el doble de rendimiento. Míralo así, cuando yo escribo un libro en tres días, a toda velocidad sin parar, las ideas salen de mi mente como si fueran helados y la información está fresca. En cambio cuando tardas 6 meses tienes que ir releyendo, recordando y todo está menos fresco.

Se puede ser tremendamente productivo y muy eficiente venciendo a tus competidores como si nada, y un buen coaching ejecutivo debe enseñarte eso.

Marc Soriano
Coach ejecutivo

viernes, 2 de octubre de 2015

Preguntas claves para tu desarrollo personal

El Desarrollo Personal no busca otra cosa que liberar el potencial que todo persona lleva consigo; un potencial infinito (repito infinito), pero muy constreñido por diversas razones, y cuya última finalidad no es otra que cumplir con un proyecto de vida y ser feliz.

Todo el mundo tiene sueños y todo el mundo aspira a cumplirlos. A veces por miedo, por falta de método, por desistir... se desintegran y esfuman.

¿Qué es lo primero de todo? 

SABER LO QUE QUIERES. 
«La razón número uno por la que la mayoría de la gente no obtiene lo que quiere es que no sabe lo que quiere». Cuando no tienes claro tus metas te conviertes en una veleta que queda a merced del viento que sopla moviéndose de un lado a otro. «No hay buen viento para quien no sabe a dónde va», decía el cordobés Séneca. Cuanto más específico, detallado y concreto sea lo que quieres, mejor, porque se pueden alinear todos los recursos y energías hacia ese objetivo, de otro modo estarás muy desorientado, tirando por un lado y otro, dando palos de ciego sin rumbo fijo. La claridad es fuerza; energía poderosa que hace que la sincronicidad del Universo (personas y circunstancias) se ponga en marcha para ayudarte. La mayoría de la gente funciona por inercia, en piloto automático, dejándose llevar. El Universo es una especie de camarero detrás de la barra de un bar que te dice: «¿Qué quiere usted?» Y tú estás allí dubitativo: «Pues es que no sé...» Y el camarero te dice: «Ahora cuando lo tenga claro vengo y me dice...» El Universo (camarero) no puede mover ficha si tú no concretas


¿Qué es lo que te será muy útil?

SABER PEDIR AYUDA. 
Si sabes lo que quieres de verdad y lo comunicas a la gente, te tendrán en la cabeza y cuando surja la ocasión se les encenderá la bombilla acordándose de ti. Hay mucha gente dispuesta a ayudar y ayudarte. Todo parece más difícil de lo que es, pero no es tanto. Recuerda que entre tú y cualquier persona del mundo nos separan 6 nodos. Es la teoría de los 6 grados de Harvard. Con 6 movimientos se puede llegar a cualquier persona. ¿Que la ilusión de tu vida es trabajar en finanzas en Singapur, vivir en Río de Janeiro o montar una empresa en Australia? Cuéntalo, dile al mundo que eso es lo que te gustaría. Antes de lo que esperas alguien te dirá: «Pues yo conozco a X que...». Las cosas empiezan a moverse, a confluir hacia "tu objetivo". No desaproveches ocasión para pedir lo que quieres. No tengas miedo al rechazo. No pierdes nada. Pide.


¿Qué es lo más importante? 

TU DETERMINACIÓN. 
Si tú quieres algo de verdad, desde lo más profundo de tu ser, nada ni nadie te impedirá que lo consigas. Siempre ha sido así. Pero hay algo innegociable: tu determinación inquebrantable. En cierta ocasión decía el actor Will Smith: «Podrás ser más talentoso que yo, podrás ser más inteligente que yo, pero si nos subimos a una cinta de correr sólo hay dos opciones: o tú te bajas primero o yo voy a morir. Es así de simple». 

Eso se llama morir por tus sueños, apostar por la vida. No digas que quieres algo de verdad, si realmente no estás dispuesto a darlo todo, a vaciarte, a dejarte el alma. Los obstáculos son la forma que tiene el sabio Universo de ponerte a prueba para ver hasta dónde estás dispuesto a luchar por tus sueños. De separar entre paja y grano, entre los que dicen que quieren algo (palabras) de los que realmente lo quieren (determinación). La mayoría al ver lo dura que es la escalada, se autodescartan, dejan vía libre a los que continúan.

¿Qué es lo más peligroso?

PERDER LA FE. 
Que te vengas abajo. Que cuando aparezcan dudas, bajones y momentos de debilidad, desistas. Cuando apuestas tu vida por algo ese algo no se materializa de un día para otro. No se siembra hoy y se recoge mañana. Y entre uno y otro momento las sequías y las malas cosechas existen, por lo que tendrás que demostrar resiliencia. Hablar de FE, es hablar de Resistencia Emocional, de ser mentalmente fuerte para cuando todo invita a abandonar, mantenerte firme. Lo decía Robert Frost: «En dos palabras puedo resumir cuanto he aprendido acerca de la vida: Sigue adelante». No te olvides de Calvin Coolidge: «Nada en este mundo puede sustituir a la persistencia. El talento no puede; nada es más común que los fracasados con talento. El genio no puede; los genios no reconocidos son moneda común. La educación no puede; el mundo está lleno de perdedores que recibieron la mejor educación. La persistencia y la determinación por si solos son omnipotentes».

¿Cuál es el mayor activo?

TU CAPACIDAD DE APRENDER. 
La cuestión no es si algo es o no posible, sino cómo conseguirlo. Y cuando te pones en movimiento hacia aquel lugar con el que sueñas, no lo sabes todo, ni conoces todas las herramientas, ni todos los métodos, ni a todas las personas... No importa, tienes lo más esencial que necesitas: Tu capacidad de aprender. Tu actitud por querer seguir hacia adelante. Pregunta, indaga, investiga, lee, llama, come con gente... las puertas se irán abriendo poco a poco. Lo decía Jim Rohn: «El aprendizaje es el comienzo de la riqueza. El aprendizaje es el comienzo de la salud. El aprendizaje es el comienzo de la espiritualidad. Buscar y aprender es donde los milagros tienen sus comienzos». Y también no te olvides de Jose Narosky: «Las puertas sólo se abren para aquel que gira el picaporte».

¿Qué te puede hacer perder la concentración?

LA DISPERSIÓN. 
Recuerda las palabras de Steve Jobs: «Cuando te dedicas intensamente a algo durante un tiempo, tienes que dejar otras vidas que podrías estar viviendo». Lo siento, no puedes vivir todas esas cientos de vidas que te gustaría. La Excelencia es hermana del Compromiso. Tienes que apostar por algo y darlo todo. Las medias tintas no valen. Es una cuestión de sentido común. Si trabajas 10 horas y la energía de esas 10 horas están al servicio de un proyecto grande (tu proyecto), no es lo mismo que si las distribuyes en 5 horas, 3 horas y 2 horas tocando tres palos diferentes. Quien se dedica full-time a algo gana al resto porque ha dado más pedaladas, y al final, la repetición es la madre de la destreza. La repetición vence con frecuencia al talento.

¿Cuál es tu peor vicio?

QUEDARTE QUIETO. 
El peor vicio que puedes tener: que te quedes parado, quieto, inmóvil esperando que se alineen los planetas para que se den las circunstancias precisas y aparezcan todas las respuestas. Lo siento, no ocurrirá. La acción es la verdadera medida de la inteligencia. Ponte en movimiento y las soluciones irán apareciendo por el camino. No te olvides de las palabras de Napoleon Hill en su obra Piense y hágase rico apunta: «No espere. Nunca va a ser el momento justo. Empiece en donde usted se encuentra y trabaje con las herramientas que pueda tener a su disposición ahora, y mejores herramientas van a ir apareciendo a medida que usted va avanzando».

Marc Soriano
Coach ejecutivo