Nos pasamos la VIDA viviendo en la IMPACIENCIA y persiguiendo la FELICIDAD, siempre INQUIETOS por disfrutarla, ANSIOSOS por alcanzarla y por que llegue.
Llenamos NUESTRA vida de actividad para perseguirla, muchas veces de OBJETIVOS, confiando que la FELICIDAD este allí al alcanzarlos, esperando al final del CAMINO.
Y cuanto más corremos, más lejos parece que nos queda, y hasta más PERDIDOS parecemos en este MUNDO.
Vivimos centrando nuestra ATENCIÓN en aquello que pensamos que nos hará FELICES, incluso en los aspectos y circunstancias de la vida que PENSAMOS que nos alejaran de ello, cayendo a veces hasta en el MIEDO a no ser feliz.
IMPACIENTES y NERVIOSOS dejamos escapar momentos de FELICIDAD que tenemos al alcance de NUESTRAS manos.
La FELICIDAD muchas veces aparece en las pausas, cuando nos damos PERMISO para parar y disfrutar de la VIDA.
Si nos PARAMOS a pensar, QUIZÁS nos demos cuenta que muchas veces somos FELICES con cosas muy SIMPLES, y si nos paremos a RECORDAR momentos de FELICIDAD seguramente los encontramos simplemente estamos junto a PERSONAS que nos hacen sentir bien.
Y lo CURIOSO es que muchas veces aplazamos estos pequeños MOMENTOS y pasar tiempo con estas PERSONAS, por seguir persiguiendo la FELICIDAD.
QUIZÁS podríamos dejar de CORRER en la VIDA, y SIMPLEMENTE disfrutarla.
La FELICIDAD debería ser tan SIMPLE y SENCILLO como la propia vida.
Marc Soriano
Coach ejecutivo
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