lunes, 7 de septiembre de 2015

Cómo desarrollar tu habilidad para ser lider

La labor de liderazgo implica, entre otras cosas, la capacidad de mantener coordinada a la compañía para no sólo sobrevivir, sino mantenerla a la cabeza de la competencia.


Cuando la estructura de tu negocio crece, debes lograr que cada líder se mantenga con una amplia perspectiva del negocio y sus objetivos, así como de las limitantes y problemas relacionados interna y externamente con la empresa; para que puedan actuar adecuadamente en su función y juntos lograr el éxito que esperas y visualizaste previo a la fundación de tu negocio.

Claridad del negocio y posicionamiento. Esto implica dos aspectos importantes, debes asegurarte de crear y mantener una idea clara y atractiva para tus clientes y que te distinga ante ellos

Planeación y adaptación. Estar al pendiente de cualquier cambio en la tendencia de las necesidades, deseos o hábitos de clientes actuales y potenciales, te permitirá planear los ajustes convenientes, manteniendo vigente la idea central de tu negocio

Desarrollo del personal. El ejercicio efectivo de tu liderazgo se ve reflejado en las oportunidades de crecimiento y desarrollo que proporcionas a tus empleados.

Trabajo en equipo. El fruto de tu esfuerzo como líder se ve reflejado en el manejo de capacidades y talentos de tu personal, a la par que logras que sean capaces de trabajar en equipo.

Administración de la información. Contar con un buen equipo es esencial, sin embargo, tu labor de líder habrá de fomentar el libre flujo de datos e información, alentando la aportación de ideas.

Establecimiento de metas y objetivos. Si planeas, entonces determinar objetivos realistas y alcanzables no será mayor complicación. Con esto evitarás lo que muchos jefes hacen al fijar la meta del año por venir, agregando solamente un “factor” incremental a la cifra del año pasado.

Fijar prioridades. Es muy frecuente que las empresas pequeñas y medianas, en proceso de crecimiento, se vean invadidas por tareas y actividades de corto plazo, sin que se preocupen u ocupen de atender lo estratégico.

Negociar y manejar conflictos. Un buen liderazgo implicará definir una ruta para comprender y resolver las preocupaciones legítimas, consensarlas y tratar asertivamente intereses de grupos o áreas distintas.

Motivación. Con varias teorías de apoyo, la gran habilidad de tu liderazgo facilitará que la gente en tu empresa comparta a lo larga del tiempo los valores, objetivos e idea central del negocio.

Retroalimentación. No basta sólo con darles tareas variadas a tu personal, ni ayudarles a que se identifiquen con esas actividades, ni que entiendan el significado esperado de sus resultados, o que tengan autonomía suficiente para realizarlas, lo que enriquece el trabajo de tus colaboradores.

La mejora en aquellos puntos que necesites optimizar no surge de la noche a la mañana; no en balde, se dice que los verdaderos líderes tienen la disciplina y compromiso necesarios para perfeccionarse continuamente. Aprovecha de estos consejos para desarrollar tu liderazgo.

Marc Soriano
Coach ejecutivo

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