En cualquier puesto de trabajo.
Hay que
diferenciar liderazgo de poder jerárquico:
La jerarquía
puede dar poder, pero la autoridad moral sólo se consigue con el
liderazgo. Puede
ocurrir que en un grupo humano el jefe y el líder sean personas diferentes:
El jefe es
aquél que ocupa el puesto jerárquico más elevado, mientras que el líder es quien
que goza de autoridad moral sobre el resto del grupo. En una situación como
ésta, el jefe podrá dar órdenes que serán acatadas y cumplidas por miedo a
posibles sanciones disciplinarias, mientras que el líder no dará órdenes (no
tiene autoridad jerárquica), pero sus indicaciones, sus opiniones, sus
planteamientos, serán aceptados por el resto de la organización. Por tanto, hay
que dejar muy claro que el liderazgo no es sólo un rol reservado a la cúpula
directiva de una empresa, sino que es un papel que puede ejercer cualquier persona
con independencia del puesto que ocupe.
La capacidad
del líder de movilizar al equipo, de alcanzar los objetivos, de tomar
decisiones, de conseguir resultados, de ser la referencia del grupo, etc., se
puede realizar en cada nivel de la organización.
Cada persona
podrá ejercer su liderazgo dentro de su área de competencia.
Por ejemplo: Dentro
de una empresa el primer ejecutivo podrá ejercer de líder, pero también podrá
hacerlo el jefe de un departamento, un comercial, un administrativo, un
mecánico, etc.
El primer
ejecutivo lo ejercerá sobre toda la organización, mientras que el jefe de un departamento
podrá hacerlo dentro de su unidad, y el comercial, el administrativo o el mecánico
podrán jugar este papel entre sus compañeros.
Un empleado
que ocupe una posición intermedia o baja dentro de una empresa no tiene por que
limitar su actuación a un mero conformismo o seguidismo, sino que dentro de su esfera
de actuación podrá adoptar una actitud activa, innovadora, luchadora,
inconformista, preocupada por el bien de la organización y motivadora para el
resto del equipo.
En definitiva,
puede ejercer un liderazgo tan intenso como si ocupara el primer puesto del escalafón.
De hecho, una de las responsabilidades del líder de una empresa es promover
este espíritu de liderazgo en todos los niveles de la organización.
Un líder que
no consigue contagiar su entusiasmo, fomentar sus valores y su modo de trabajar
es un líder que en cierta modo ha fracasado.
Además, el
líder tiene la obligación de ir formando nuevos líderes entre sus
colaboradores
con vista a que el día de mañana puedan sustituirle.
Marc Soriano
Coach ejecutivo.
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