El líder es una persona que se preocupa
por su formación, por estar al día, por conocer a fondo su negocio, por estar
al tanto de las últimas técnicas de dirección.
El líder es una persona con inquietud
intelectual.
El líder debe estar abierto también al
aprendizaje de otras personas, especialmente de los miembros de su equipo.
La soberbia, tan habitual en muchos
directivos que se creen poseedores de la verdad, tan sólo conduce a posturas
intransigentes, a actitudes inflexibles y, en definitiva, al error. Es una gran
equivocación pensar que el líder no debe pedir consejos a un subordinado
temiendo que ello le lleve a perder autoridad. Todo lo contrario, la humildad del
líder le hace crecer ante los ojos de su equipo y le ayuda a ganarse su apoyo.
No aprovechar el conocimiento de los
demás trabajadores es un auténtico derroche.
Cuando el líder se enfrenta a un problema
comienza por informarse a fondo, por conocerlo en profundidad (con
independencia de que en ocasiones recurra al asesoramiento de expertos).
El líder no dará nunca nada por sentado;
analizará todo, hasta los pequeños detalles, con sentido crítico. Además, el
líder es una persona que se preocupa muy especialmente por la formación de sus
colaboradores, así como por la de todos los empleados de la empresa.
El líder favorecerá una cultura que
fomente la formación, facilitando aquella ayuda que sea posible: organizando
cursos, concediendo ayudas, valorando (premiando) la formación del empleado en
su avance profesional.
En un mundo tan cambiante como el actual,
la ventaja competitiva de una empresa reside principalmente en la valía de sus
equipos humanos.
Marc Soriano
Marc Soriano
Coach ejecutivo.
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